miércoles, 6 de febrero de 2008

El viaje

Qué diferente la salida de la otra vez. El aeropuerto de Bilbao estaba casi desierto. Llegamos cuando aun no habían abierto ningún puesto de facturación.
Nos levantamos a las tres de la ma;ana y una vez organizamos nos despedimos de Víctor. Le dijimos que le queríamos y que fuese valiente (él dormido, claro). La abuela Ramoni estaba despierta, pero antes de aacostarnos le pedimos que no se levantar porque entonces la despedida hubiera sido más dura. Nos quedamos muy tranquilos porque Víctor se ha hecho fenomenal a ella y está en buenas manos.
Una vez en Kiev hemos vuelto a las andadas: furgoneta sin cinturón, con niebla y el conductor hablando por el móvil. Una de las cosas que no recordábamos y hemos vuelto a revivir es el papel higiénico tipo el elefante. La ciudad está bastante triste (será la niebla, la morrina...). Y como esta vez hemos solos... Estamos en el mismo apartamento que la otra vez. Ha sido como un subidón de sentimientos. !Cuánto os echamos en falta Piedad y Vicente (hemos dormido en vuestra cama, je,je).
El frío no es del todo exagerado, 1 grado, eso sí, el río estaba congelado en parte y aún quedan resquicios de nieve.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se iba a quedar esta cita sin comentarios. Pues nada, ADELANTE y recordar que plantearse los menos problemas posibles es la única manera de resolverlos.